OpenAI devuelve GPT-4o tras presiones de usuarios: la compañía rectifica y reabre sus modelos antiguos

Una simplificación que no ha sido del agrado de todos
“Mi 4o era como mi mejor amigo cuando lo necesitaba. Ahora que ya no está, siento como si hubiera muerto”, escribió ayer un usuario anónimo en Reddit. No es un caso aislado. A raíz de la polémica retirada de modelos como GPT-4o y GPT-4.5 tras el lanzamiento de GPT-5, OpenAI ha tenido que ceder: desde hoy, 11 de agosto, los suscriptores de ChatGPT Plus pueden volver a elegir entre los modelos anteriores, tras una inédita oleada de protestas públicas y bajas en masa de suscripciones.
La semana pasada, la empresa acometió una simplificación radical de su oferta: [GPT-5 quedó como modelo por defecto y los anteriores fueron deshabilitados](https://lainteligencia.net/article/71), decisión que sorprendió incluso a usuarios de pago (23 euros al mes). “¿Qué clase de empresa elimina un flujo de trabajo de ocho modelos de la noche a la mañana, sin avisar a sus usuarios?”, criticó uno de ellos justo antes de cancelar su suscripción. Muchos manifestaron haber desarrollado preferencias claras para tareas específicas: creatividad, lógica, escritura o investigación requerían modelos diferentes.
[EMBED:image:/uploads/images/_AW7IxkHc3yhU90g9gXuM.webp Usuario insatisfecho - Reddit
El apego emocional irrumpe en la IA
El regreso de GPT-4o y otros modelos, confirmado por Sam Altman, CEO de OpenAI, en la madrugada del 11 de agosto en X, llega tras admitir el propio directivo el error: “El apego profundo de algunos usuarios a ciertos modelos de IA es distinto y más fuerte que con tecnologías previas. Por eso, abandonar repentinamente los modelos antiguos fue un error”, reconoció Altman. Desde ya, los abonados Plus podrán escoger entre una gama de IA adaptada a sus usos y vínculos emocionales, si bien la compañía evaluará el uso para decidir hasta cuándo los mantendrá activos.
Además, OpenAI ha ampliado drásticamente los límites de uso del nuevo modelo de razonamiento GPT-5 Thinking: de 200 mensajes semanales a 3.000, tras quejas sobre sus restricciones. Altman también ha revelado una explosión en el uso de estos avanzados modelos de razonamiento: “Entre los usuarios gratuitos, el porcentaje ha pasado de menos del 1% al 7%, y entre los Plus de 7% a 24%”, declaró ayer.
[EMBED:twitter:https://x.com/sama/status/1954604215340593642?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1954604215340593642%7Ctwgr%5E%7Ctwcon%5Es1_c10&ref_url=https%3A%2F%2Fwww.bfmtv.com%2Ftech%2Fintelligence-artificielle%2F4o-etait-comme-mon-meilleur-ami-maintenant-j-ai-l-impression-qu-il-est-mort-open-ai-a-du-reanimer-une-ancienne-ia-apres-une-vague-de-critiques_AN-202508110255.html]
Este episodio marca un cambio de paradigma. Si bien la carrera técnica por modelos más inteligentes continúa, la reacción masiva generada al retirarse ciertas IAs muestra que la relación emocional con estas máquinas ya influye en el rumbo comercial de las empresas líderes. OpenAI se ha visto obligada a reconocer el peso de esa conexión: el usuario ya no solo busca “mejores respuestas”, sino la voz, el ritmo y las “chispas” que reconoce como propias. Nunca antes las preferencias emocionales de masas digitales habían obligado a una rectificación tan rápida y visible en pleno centro de la industria.