Neon Mobile, la app que paga por grabar tus llamadas y ya es un fenómeno en la App Store de Apple

La apuesta controvertida que está conquistando a millones
Neon Mobile ha irrumpido en el mercado con una propuesta que amenaza la privacidad tradicional: paga a sus usuarios hasta 30 centavos por minuto por grabar llamadas realizadas dentro de su plataforma, y hasta 30 dólares diarios por registrar conversaciones con otros números, para luego vender esos datos a compañías de inteligencia artificial. En cuestión de días, la app ascendió desde la posición 476 hasta ubicarse entre las cinco más descargadas en la sección social de la App Store de Estados Unidos.
La estrategia de Neon apela directamente a quienes ven en la monetización de sus datos personales una oportunidad económica, prometiendo “cientos o incluso miles de dólares al año”. Además, incentiva a los usuarios con programas de referidos, lo que ha acelerado su crecimiento.
Privacidad en jaque y dudas legales
La aplicación presume que solo graba la voz del usuario y no de la persona con la que habla, al menos cuando la llamada es con alguien fuera de Neon. Sin embargo, expertos en privacidad subrayan que esta técnica podría ser un “truco legal” para eludir las leyes que requieren el consentimiento de ambas partes en una grabación.
Las condiciones del servicio conceden a Neon un amplio rango de derechos para usar y sublicenciar las grabaciones, en formatos y medios aún por descubrir, lo que plantea interrogantes sobre la utilización real y futura de esas voces. Aunque en sus términos se menciona la anonimización de datos personales como nombres o números, la posibilidad de crear voces falsas o realizar fraudes con las grabaciones sigue siendo un riesgo palpable.
El reflejo de una sociedad que normaliza el intercambio de datos por dinero
Esta tendencia muestra cómo la presencia de la inteligencia artificial está recalibrando los límites de la privacidad y la disposición del público a comerciar con ella. Si antes existía resistencia al espionaje mediante apps, ahora la idea de vender la propia voz y conversaciones suena aceptable para ciertos usuarios, incluso con todos los peligros evidentes.
Legalidad al margen, Neon Mobile abre un debate profundo sobre la ética en la venta de datos biométricos y la responsabilidad de las plataformas para proteger no solo a sus usuarios, sino a las personas con quienes interactúan. Mientras algunos ven en esta app una nueva fuente de ingresos pasivos, otros advierten contra una erosión silenciosa de la privacidad que podría tener consecuencias a largo plazo en la confianza digital y la seguridad personal.