Meta invierte miles de millones para alcanzar a OpenAI y sus rivales en IA

PlayAI: la joya de la voz sintética

Con esta compra, Meta apuesta por un sector de nicho convertido en clave. PlayAI ha brillado desarrollando voces digitales tan convincentes que ya sedujeron a gigantes como Amazon, IBM o Ford. Esta tecnología permitirá a Meta transformar la experiencia audio en asistentes personales, objetos conectados y metaversos, acercándose cada vez más a interacciones naturales y humanas.

Una ofensiva con los talentos más codiciados

Meta ha lanzado una campaña de reclutamiento sin precedentes, ofreciendo fichajes millonarios —de hasta 300 millones de dólares en cuatro años— para atraer a los investigadores de IA más reconocidos, varios de ellos provenientes de OpenAI y Google. El objetivo de Zuckerberg: construir “el equipo más elitista de la industria” y acelerar el desarrollo de IA conversacional y razonamiento automatizado.

La estrategia se traduce en cifras imponentes: Meta invirtió recientemente 14.300 millones de dólares en Scale AI, quedándose con el 49% de la compañía. Pero la apuesta de fondo es aún mayor, con un plan de cientos de miles de millones para construir la próxima generación de datacenters para IA en Estados Unidos, alimentados por los nuevos chips de Nvidia, con la mirada puesta en la inteligencia artificial general.

La batalla por los cerebros y la reputación

Meta no solo compite con billetes: ha fichado a más de diez expertos de OpenAI en los últimos meses, provocando ‘fugas’ que debilitan a sus rivales y tensan la guerra salarial en Silicon Valley. Sam Altman, CEO de OpenAI, acusa a Meta de actuar con métodos agresivos y de buscar talento desesperadamente tras no convencer a los investigadores estrella. Más allá del dinero, la “batalla por el prestigio” se intensifica, mientras los científicos valoran cada vez más el sentido social y ético de sus trabajos.