China despliega el primer centro de datos submarino a escala industrial para entrenar IA: 30% menos energía y cero agua dulce
Refrigeración por agua de mar y energía eólica: cómo funciona el sistema
El módulo operativo, instalado en un contenedor hermético sumergido, alberga 198 racks de servidores de alto rendimiento —equivalentes a entre 396 y 792 máquinas especializadas en IA—. Según datos técnicos proporcionados por Hailanyun, la infraestructura aprovecha la temperatura estable de las profundidades marinas (entre 5°C y 10°C) para refrigerar los servidores sin necesidad de sistemas activos como torres de evaporación o ventilación forzada. Este método pasivo, combinado con la conexión directa a un parque eólico offshore cercano, permite alcanzar una eficiencia energética verificada: 30% menos consumo que un centro de datos convencional, según declaraciones de Li Langping, portavoz de la empresa, recogidas por Scientific American.
[EMBED:image:/uploads/images/external-1756127935162-591c9113e60a-optimized.webp] El primer centro de datos submarino comercial chino fue desplegado frente a la costa de la isla de Hainan. En este despliegue se incluyó la botadura de dos contenedores estancos que contenían servidores y equipos informáticos. - Shanghai Hailanyun Technology
La eliminación del uso de agua dulce es otro pilar del proyecto. Mientras un centro de datos terrestre medio consume cientos de miles de litros diarios para refrigeración, este diseño submarino prescinde por completo de ese recurso, un factor crítico en regiones chinas con estrés hídrico, como las provincias del norte. La electricidad, por su parte, proviene casi en su totalidad (97%) de turbinas eólicas marinas, reduciendo la huella de carbono asociada al entrenamiento de modelos de IA —procesos que, según estudios de la Universidad de Massachusetts, [pueden emitir hasta 626.000 libras de CO₂](https://www.vozdeamerica.com/a/es-cierto-que-usar-chatgpt-contamina-y-eso-sucede-con-otros-tipos-de-inteligencia-artificial/7072542.html) (equivalente a 125 vuelos transatlánticos) en el caso de modelos como GPT-3.
De prototipo a escala industrial: China acelera mientras EE.UU. frena
El despliegue actual es la evolución de un prototipo probado en 2023 frente a las costas de la isla de Hainan, donde Hailanyun testó dos contenedores submarinos con servidores. En menos de 30 meses, la empresa ha escalado a una fase comercial, con planes para crear una red de módulos submarinos interconectados en aguas chinas. Este ritmo contrasta con la trayectoria de [Project Natick](https://www.datacenterdynamics.com/en/news/microsoft-confirms-project-natick-underwater-data-center-is-no-more/), la iniciativa similar de Microsoft: tras probar en 2018 un centro de datos sumergido frente a Escocia —con resultados positivos en eficiencia y fiabilidad—, la compañía estadounidense canceló su desarrollo comercial en 2024, limitándose a mantenerlo como "plataforma de investigación".
La diferencia de enfoque refleja prioridades geopolíticas. Mientras China avanza en infraestructuras que combinan autonomía energética (renovables) y reducción de dependencias (agua, espacio terrestre), Occidente muestra cautela. Un informe de 2024 del Instituto Tecnológico de Georgia advirtió sobre riesgos potenciales, como el impacto térmico en ecosistemas marinos: aunque el calentamiento del agua alrededor de los módulos es mínimo (miliésimas de grado, según mediciones de Microsoft), en condiciones de olas de calor podría reducir los niveles de oxígeno, afectando a la biodiversidad. Otro estudio, publicado en IEEE Security & Privacy, señalaba la vulnerabilidad de estos sistemas a ataques acústicos submarinos, capaces de dañar hardware mediante ondas de presión dirigidas.
El proyecto chino no es aislado: Corea del Sur ha anunciado planes para centros de datos submarinos, mientras Japón y Singapur exploran alternativas flotantes en superficie. La carrera por infraestructuras "amfibias" —que combinan ventajas térmicas, energéticas y de espacio— parece imbatible, con la IA como principal motor de demanda. Según datos de Synergy Research Group, los centros de datos consumieron 460 TWh de electricidad en 2023 (2% del total global), una cifra que podría triplicarse para 2030 con el auge de modelos generativos.