OpenAI ya piensa en GPT-6 tras el tropiezo de GPT-5

Un lanzamiento accidentado y un futuro inmediato
A comienzos de agosto de 2025, [OpenAI presentó GPT-5](https://lainteligencia.net/article/71) con la promesa de ser el modelo más avanzado de ChatGPT. Sin embargo, el estreno fue recibido con decepción: usuarios molestos por la eliminación de versiones anteriores, críticas al tono de las respuestas y dudas sobre su verdadero salto en calidad. Aunque OpenAI [corrigió](https://lainteligencia.net/article/74) parte de estos problemas, la marca de un “lanzamiento fallido” quedó en el aire.
En este contexto, Sam Altman [reunió a un grupo de periodistas](https://www.theverge.com/command-line-newsletter/759897/sam-altman-chatgpt-openai-social-media-google-chrome-interview) en San Francisco el 14 de agosto. Allí reconoció las dificultades y habló de lo que vendrá: GPT-6 podría lanzarse en menos de dos años, mucho más rápido que el ciclo de GPT-4 a GPT-5, que duró más de 28 meses.
[EMBED:image:/uploads/images/external-1756127935877-2d06ad57f91d-optimized.webp] Sam Altman - Andrew Harnik
Lo que GPT-6 podría cambiar
Altman insistió en que la prioridad de OpenAI ya no es solo la potencia técnica, sino la utilidad y la neutralidad. Según él, el producto debe mantenerse en una posición “intermedia”, lejos de sesgos políticos, en línea con las exigencias de la administración estadounidense. Más allá del discurso, OpenAI enfrenta un reto práctico: la falta de GPUs y la necesidad de invertir billones de dólares en centros de datos.
- Neutralidad configurable: se busca un modelo personalizable, sin sesgos ideológicos marcados
- Enfoque en la utilidad práctica: priorizar experiencias de uso, más allá de la “potencia bruta”
- Limitaciones técnicas: la falta de capacidad de servidores impide liberar modelos más avanzados que ya existen
- Inversión masiva: OpenAI planea gastar billones en infraestructuras de datos para soportar futuros modelos.
Implicaciones para la comunidad de IA
La posible llegada de GPT-6 en un plazo tan corto abre un debate clave: ¿qué pesa más en el avance de la IA, los algoritmos o la infraestructura que los soporta? Para empresas y desarrolladores, el mensaje es claro: los límites actuales no son de investigación, sino de recursos computacionales. En la práctica, la evolución de ChatGPT dependerá tanto de chips y centros de datos como de innovación en el modelo. Y si GPT-6 cumple lo prometido, podría situar a OpenAI en una posición todavía más dominante en el ecosistema global de IA.