Japón exige a OpenAI freno inmediato en uso no autorizado de animés en IA

Reclamo oficial y contexto normativo en Japón
El ministro japonés Minoru Kiuchi, responsable de Seguridad Económica y Propiedad Intelectual, [denunció públicamente](https://www.ign.com/articles/japanese-government-calls-on-sora-2-maker-openai-to-refrain-from-copyright-infringement-says-characters-from-manga-and-anime-are-irreplaceable-treasures-that-japan-boasts-to-the-world) que OpenAI utiliza sin permiso imágenes y estilos del manga y animación nipona, un sector clave del patrimonio cultural japonés. La petición formal se realizó en una conferencia de prensa realizada el 10 de octubre en el Oficina del Gabinete, exigiendo la suspensión de estas prácticas.
Esta acción se ampara en la Ley de Promoción de la IA, vigente desde el 1 de septiembre de 2024, que autoriza al gobierno a intervenir cuando tecnologías de IA infrinjan derechos o intereses ciudadanos. Aunque aún no contempla sanciones estrictas, el marco legal refleja una creciente preocupación estatal por el manejo de contenidos en IA.
Impacto del modelo Sora 2 y respuesta de OpenAI
El reciente lanzamiento de [Sora 2](https://lainteligencia.net/article/781) a finales de septiembre, un generador de videos con IA integrado en ChatGPT, ha disparado el uso indistinto de personajes icónicos como los del Studio Ghibli o franquicias globales como Mario y Pokémon. Miles de videos han circulado exhibiendo creaciones no licenciadas, lo que aumenta la presión sobre OpenAI ante legisladores y sectores creativos.
Sam Altman, CEO de OpenAI, reconoció la influencia cultural japonesa y anunció la adopción de “controles más precisos” para limitar la generación de personajes protegidos, incluyendo un sistema de membresías para controlar el uso de imágenes. Sin embargo, hasta el cierre del 10 de octubre no se había registrado una respuesta formal a la queja del gobierno nipón.
Reacciones en la industria y desafíos legales en puerta
La polémica trasciende fronteras. Agencias estadounidenses como Creative Artists Agency (CAA) y United Talent Agency han criticado duramente a OpenAI por exponer a sus representados y derechos intelectuales a un “riesgo sustancial”. Ambas entidades demandan medidas más firmes para frenar el uso no autorizado que catalogan como explotación.
Este caso evidencia una tensión creciente entre innovación tecnológica y protección intelectual en la era de la inteligencia artificial, que podría derivar en nuevas regulaciones o demandas judiciales a nivel internacional.